Conchin

El coaching es la palabra maldita, que nadie quiere usar. ¿Cómo puede tener una palabra de la que apenas se sabe su significado tan mala fama?. Probablemente tiene tan mala fama por la cantidad de intrusismo que sufre esta profesión. Todo el mundo es coach, no necesitas título ni pasar por ninguna escuela de formación, tan solo hace falta ponerlo en una tarjeta de visita.

Por desgracia hay muchas personas que no han recibido ninguna formación, o que reciben una formación mínima se auto definen como coach. 

En mi opinión esa mala fama también es debida a la dificultad que tenemos todos de explicar el significado de la “palabrita”. 

Eso si, quien más y quien menos sabe que cuando empiezas un proceso  de coaching vas a tener que enfrentarte a la verdad y a nadie le gusta abrir el cajón de mierda.

  Yo voy a tratar de explicar el coaching  de una manera muy simple: 

“El coaching es como el amor, no se explica, se hace”

Los que hacéis poco el amor voy a tratar de acercaros un poco más al término porque esta definición se ha quedado corta  y os ha dejado peor de lo que estabais.  Voy a cambiar la palabra maldita coaching por mi palabra favorita:  “Conchin”

El “conchin” es un término que por desgracia no es invención mía, tenemos que atribuirle todo el mérito a Carlos Gas, amigo mío que a su vez tenía otro amigo que su madre se llamaba Concha.

“Conchin» es una término de spanglish que se ha ido modificando con los años. Primero fue Concha,  luego las personas que iban a visitarla cariñosamente la llamaban Conchi, y más tarde ya pasaron a llamarla “Conchin” su nombre definitivo.

Conchi era una mujer extraordinaria que tenía la gran virtud de escuchar a todo el mundo, sin juzgarles. Solamente les escuchaba y después de escucharles les hacía preguntas. 

Conchi además podía mirar a las personas desde lo bueno que tenían y no desde lo que les faltaba.

– ¿Sólo eso? 

– Si!, y les animaba a que si querían cambiar algo de su vida lo hicieran sin más excusas.

– Eso es imposible, nadie puede cambiar!.

Eso no es verdad, si mi padre de 83 años tiene instagram sí que es posible cambiar y aprender cosas nuevas. También es cierto que si no quieres cambiar no lo vas a hacer. No todo el mundo está preparado para seguir  el método “Conchin”. Tampoco todo el mundo puede ser discípulo de Conchi.

La gran virtud de Conchi es que era una señora de barrio, y no hablaba como si fuera una sabelotodo, simplemente pone un espejo a todas las personas que le cuentan cosas. Estas personas se daban cuenta que era muy difícil engañar a un espejo y que  además no tenía ningún sentido hacerlo. Las personas que simplemente querían contar sus penas a Conchi  y eran felices regocijándose en su dolor, Conchi les preguntaba:

– ¿Qué vas tu a hacer para transformar ese dolor en algo útil?

Depende lo que le contestara la gente, Conchi les seguía haciendo preguntas o amablemente les mandaba a otra vecina suya que vivía dos pisos más abajo. Esta otra vecina echaba las cartas y leía los posos del café. 

Os diré quién no es Conchi. Conchi no es psicóloga, tampoco te dice lo que tienes que hacer porque si no sería consultora, tampoco es alguien que da conferencias porque sería vendedora de Thermomix. Conchi tampoco juzga tus actos porque tampoco es dios, así que si quieres conocer un poco el método de Conchi te diré como trabajamos sus discípulos.

El objetivo

Lo primero que necesitas es un objetivo, que puedas contabilizar de manera concreta. Conchi se pone muy pesada con esto, pero es muy importante.  Muchos clientes entran en la sesión diciendo que quieren ser felices y ser feliz puede ser un objetivo pero tiene que ser algo más concreto.

Un ejemplo de una sesión de “Conchin”:

• Conchi: – ¿Cuál es tu objetivo?
• Cliente: – Quiero ser feliz.
• Conchi: – ¿Cómo puedes medir tu felicidad?
• Cliente: – No lo se…
• Conchi: – Piensa en una manera de medir esa felicidad.
• Cliente: – Dedicándole más tiempo a mis hijos.
• Conchi: – Cuánto tiempo más le quieres dedicar a tus hijos?
• Cliente: – Me gustarían al menos dos horas más a la semana.
• Conchi: – ¿De dónde vas a sacar esas dos horas a la semana para dedicárselas a tu hijo?

¡BINGO! La sesión de “Conchin” ha empezado. Ahora solo queda el difícil camino de iniciar un plan de acción, para conseguir esas dos horas de tiempo que necesitas para ver a tus hijos.

Hay muchos objetivos que se pueden plantear en una sesión:

Quiero buscar nuevas fuentes de ingresos. Quiero mejorar la relación con mi jefe. Quiero mejorar mis resultados jugando al padel. Quiero pedir un aumento de sueldo. Quiero empezar a trabajar por mi cuenta. Quiero cambiar de trabajo. Quiero buscar un plan de negocio eficaz para mi empresa. Quiero ensayar una conversación difícil. Quiero aprovechar más mi tiempo, etc. No tener objetivos concretos también puede ser un objetivo a trabajar. No valen objetivos como: “quiero ser multimillonario o jugar en el Real Madrid”

Hay cientos de objetivos que puedes tratar en una sesión de  “Conchin” solo necesitas poder medir bien tu objetivo.

Una vez que estableces el objetivo, vas a definir tu propia estrategia como cliente de “Conchin” para alcanzar dicho objetivo. Es muy probable que descubras cosas de tu manera de actuar. Unas muy buenas que te acercarán mucho al objetivo y también descubrirás otros aspectos que te gustarán menos y que tienen mucho que ver con el motivo por el cual aun no has alcanzado lo que quieres. Tranquilo, Conchi no juzga ni perdona, sólo te va a poner el espejo delante para que tu hagas con tu tema lo creas oportuno. Además Conchi tiene espejos de todos los tamaños si lo necesitases.

Una vez que termines las sesiones Conchi o cualquiera de sus discípulos te llamaremos para saber como estás y si sigues firme en la consecución de tu objetivo.

¿Cuánto dura?

Conchi es muy flexible con esto, pero lo que está claro es que un mismo tema no debe de alargarse más de nueve sesiones de una hora cada una, porque si esto es así, Conchi o cualquiera de nosotros  no está haciendo bien su trabajo. 

No hay una duración exacta, pero Conchi te recomienda que para cada tema inviertas entre 5 y 9 sesiones de una hora.

¿Cuánto cuesta?

El método “Conchin” tiene una inversión de 60€ la hora. Conchi cree que si realmente alcanzas tu objetivo es un regalo y te estás ahorrando mucho dinero y trabajo en otras vecinas que tiene Conchi. Está la vecina que trafica con antidepresivos, la vecina que siempre pone excusas y otra que está a punto de que la desahucien. El edificio de Conchi es muy variado y particular. 

¿Dónde son las sesiones?

Conchi es una señora moderna para que puedas optimizar lo mejor posible tu tiempo y nosotros incluida ella aprovechemos el nuestro las sesiones se harán por Zoom, Skype o video llamada. Es importante que nos podamos ver la caras. Si no tienes ninguna de estas aplicaciones es que no perteneces a este mundo y no te podemos ayudar. 

Tienes que saber también que cuando empecemos el proceso de “Conchin” te mandaré un contrato que tendrás que firmar que incluye compromisos mutuos entre los que quiero destacar el de confidencialidad, porque si algo no es Conchi, ni ninguno de nosotros, es cotilla.

Quiero terminar aclarando que además del método “Conchin» estoy formado en la Escuela Europea de Coaching como Coach ejecutivo. Ciclo 1 y Ciclo 2 y también me he formado en la Escuela de Coaching Sistémico de Alain Cardón con una formación impartida en España por Claude Arribas. Realmente sin estas dos formaciones sería imposible la aplicación del método “Conchin”.

Lo que yo le aporto al eficaz y famoso método “Conchin” es mi aplicación del humor. Creo firmemente que los equipos de alto rendimiento pueden utilizar el humor como herramienta muy poderosa y si la letra con sangre entra, con humor entra muchísimo mejor.

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Por último la señora de la foto no es Conchi, es María. Es mi abuela y la persona de la cual más he he aprendido en mi vida gracias a su infinito sentido del humor, su valentía y su perseverancia que ha sido y es todo un ejemplo de vida para mi. 

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